Curiosamente la física teórica actual tiene todas las evidencias que revelan que la conciencia no puede emanar de la materia, pero los físicos consideran que la conciencia no entra en su campo, sin darse cuenta de que "su campo" hace tiempo que lo trascendieron. Unos átomos que entran y salen de nuestro cerebro, mediante la alimentación de las neuronas, no pueden crear nuestra conciencia. Muchas de las paradojas de la física más puntera desaparecerían si se pusiese como centro de la física en lugar de la materia, que de alguna manera se ha desmaterializado a la luz de nuestras teorías, la conciencia. Es precisamente la idea de conciencia la que da sentido a múltiples dimensiones e incluso a múltiples universos, sin ella todo el edificio deja de ser autoconsistente, esa falta de autoconsistencia global en la física provoca las paradojas. Si la conciencia emanara de la materia el observador sería mera materia observando a más materia, lo que provoca una falta total de autoconsistencia.
La física ha abierto el melón de la ciencia de la conciencia cuando ha evidenciado que las dimensiones visibles por nuestros sentidos no son autoconsistentes y que, por lo tanto, necesitamos de la existencia de otras dimensiones para explicar lo que vemos. La física moderna se adentra en otros campos porque está tocando la esencia de todos los campos del conocimiento. La realidad de que siempre existan unas solas matemáticas y múltiples teorías para explicar unos mismos hechos nos hace sospechar que el puente entre la conciencia y la materia ha de estar en las matemáticas. La física ha abierto un melón que debe empezar a catar...